La importancia de pararse en un mirador (como el que abrirá pronto en Villa del Rey)
Desde un mirador se gana perspectiva. Es algo más o menos evidente, pero hay otros beneficios que no aparecen, a primera vista, cuando uno se para desde un punto alto y observa la ciudad que tiene debajo. Por ejemplo, no todo el mundo sabe —aunque podría intuirse— que los miradores tienen un efecto positivo en […]
Desde un mirador se gana perspectiva. Es algo más o menos evidente, pero hay otros beneficios que no aparecen, a primera vista, cuando uno se para desde un punto alto y observa la ciudad que tiene debajo. Por ejemplo, no todo el mundo sabe —aunque podría intuirse— que los miradores tienen un efecto positivo en la plusvalía de las casas y edificios que los circundan. Muchos menos conocen los efecto saludable que ofrece. Un estudio de la Universidad de Warwick, en el Reino Unido, lo demostró. Los investigadores llegaron a esa conclusión después de estudiar las reacciones que una selección de más de doscientas mil imágenes de paisajes vistos desde lo alto causaban en un grupo experimental. En Villa del Rey, se abrirá un mirador junto a las urbanizaciones, en las próximas semanas.
Ya lo sabemos: las áreas verdes son el elemento clave para tener una mejor vida.Después de examinar los datos de los habitantes de las zonas altas, que contaban con grandes espacios destinados para las plantas y árboles, se descubrió que esta condición estimula la actividad mental, la concentración y las habilidades motoras, en especial en los niños. Esto coincide con una investigación hecha en Japón, que también establece que los espacios verdes influencian positivamente en la longevidad de los habitantes, independientemente del estatus económico, sexo o edad. Los investigadores descubrieron que existe la probabilidad de una vida cinco años más larga para los residentes que continuamente se asoman para mirar a la naturaleza.
El mirador que pronto será inaugurado en Villa del Rey tendrá muchos árboles y plantas, un sendero y una cancha deportiva, para quienes quieran jugar o realizar actividades como bailoterapia. Luego de una caminata de unos diez minutos se llega a la cima del cerro, a unos veinte metros de altura. Después, solo queda abrir bien los ojos para observar el panorama desde el borde del mirador: los campos de cultivo, pintados del verde intenso de las hojas recién nacidas que llegan hasta el horizonte, los carros que parecen miniatura rodando por la carretera, el aire que golpea nuestro rostro rápidamente; así es fácil desconectarse del mundo. Hay pocas sensaciones más placenteras que ver el sol caer desde lo alto de una montaña.
En él, no solo se empequeñecen los carros y las personas, sino también el ruido, una de las formas más crecientes de contaminación en el mundo.
El mirador de Villa del Rey abrirá muy pronto y tendrá una ubicación privilegiada. En él, no solo se empequeñecen los carros y las personas, sino también el ruido, una de las formas más crecientes de contaminación en el mundo. Es un lugar altamente paisajístico, una característica que los investigadores de la Universidad de Warwick definieron con un método científico para poder categorizar los espacios abiertos. Según su estudio Scenic-Not Scenic, los lugares abiertos con miradas a montañas, áreas verdes, cielo y horizontes que logran combinar ciertos tonos de gris, café, verde y celeste, y tienen bajas lecturas de gases invernadero como dióxido de carbono y óxido nitroso, son paisajísticos. El mirador que pronto abrirá califica perfectamente. Todos podrán disfrutar de este espacio que se muestra como un elemento más para preferir a las Ciudades para Vivir como Villa del Rey.