La navidad ya llegó para los niños de Ciudad Celeste
Anita no tuvo que visitar Disney para conocer a Mickey y Minnie Mouse, lo hizo en su propia casa, como su mamá se lo había prometido. Estos dos personajes fueron invitados a la fiesta navideña en La Estela, en Ciudad Celeste. El 13 de diciembre de 2015, los niños se sentaron en el regazo de Papá Noel para pedirle su lista de regalos, para luego tomarse fotos con los dos ratones más famosos de la pantalla grande.
La fiesta fue un éxito para los niños de La Estela, pero detrás de eso estaba un trabajo de todo un año. Las madres de familia de la urbanización se esforzaron durante doce meses para que lograr financiar el evento con autogestión y la contribución de los vecinos.
Cecilia de Baquerizo, presidenta de la Asociación de La Estela se puso como meta, a principios de año, realizar la fiesta navideña para los niños. Al inicio tenía un poco de recelo en organizar un evento infantil, tenía dudas sobre la posibilidad real de alcanzar el presupuesto que requería, pero con la cooperación de todos los vecinos la fiesta pudo concretarse. Cecilia abrió un fondo en el que los habitantes de La Estela podían contribuir económicamente mes a mes para la organización del evento, lo que evitó que se usase el dinero de las alícuotas; este fondo fue específicamente planificado para la fiesta navideña. Además de esas contribuciones voluntarias, la presidenta organizó diferentes eventos para financiar la fiesta, entre ellos una Copa de Fútbol y la venta de comida criollas los fines de semana. Gracias a la gestión, y la colaboración de los residentes, la directiva logró recaudar más de tres mil dólares para poder cumplir el propósito que se planteó en enero del 2015.
Angela Naranjo, mamá de dos niños, se sintió satisfecha y aliviada con la labor de la directiva de su conjunto residencial. Aliviada, porque sabe que cada diciembre el tráfico navideño se vuelve caótico y llevar a sus dos pequeños hijos a algún centro comercial para que vean a Papá Noel, es agotador. Este año la fiesta navideña de la directiva la salvó de ese trajín. El evento navideño fue, para ella, mejor que cualquier otro. El encuentro inició con una obra de teatro en la que participaban los duendes del Polo Norte, luego la llegada de Papá Noel animó aún más a los niños. Se organizaron adicionalmente juegos inflables, se entregaron regalos para los niños, y se les dio caramelos, churros y hot dogs. Todo esto en la seguridad de su hogar y celebrando entre amigos, tal como lo hacen siempre en las Ciudades para Vivir.