Trece años de continuo crecimiento en Ciudad Celeste
Hace trece años se puso la primera piedra de lo que hoy es uno de los proyectos habitacionales de mayor éxito en la Vía Samborondón: Ciudad Celeste. En todo este tiempo, más de dos mil familias han decidido construir su hogar en una de sus urbanizaciones. En el 2003 nació la primera urbanización de este […]
Hace trece años se puso la primera piedra de lo que hoy es uno de los proyectos habitacionales de mayor éxito en la Vía Samborondón: Ciudad Celeste. En todo este tiempo, más de dos mil familias han decidido construir su hogar en una de sus urbanizaciones. En el 2003 nació la primera urbanización de este conjunto residencial, La Delfina. Hoy, la inmobiliaria detrás de este proyecto, está a punto de inaugurar su más reciente urbanización: La Arboleda.
Quienes son parte de una Ciudad para Vivir reconocen que ser parte de alguno de una de ellas es tener más que una casa, es vivir en comunidad. Ningún otro proyecto habitacional del mercado ofrece a las familias el ambiente saludable que rodea cada una de las urbanizaciones de las Ciudades para Vivir.
En el 2003 nació la primera urbanización de este conjunto residencial, La Delfina. Hoy, la inmobiliaria detrás de este proyecto, está a punto de inaugurar su más reciente urbanización: La Arboleda.
Cada urbanización está planificada en detalle: el número adecuado de viviendas, las áreas de recreación, los espacios verdes, las vías de circulación, y por supuesto, la empresa privada y el comercio. Para éstos, la promotora ha definido un número específico de lotes en los que se construirán locales comerciales, establecimientos educacionales y áreas de salud, pues una Ciudad para Vivir no es solamente un conglomerado de casas, sino un espacio de generación de dinamismo, cultura, y comunidad que se desarrolla gracias a los incentivos para la interacción de los ciudadanos entre sí y con su entorno.
Los celestinos no tienen que recorrer largas distancias para encontrar lo necesario. Los víveres, el cuidado de sus mascotas o la educación de sus hijos está garantizada muy cerca de donde viven.
Cada urbanización está planificada en detalle: el número adecuado de viviendas, las áreas de recreación, los espacios verdes, las vías de circulación, y por supuesto, la empresa privada y el comercio.
Además de La Piazza Ciudad Celeste, hay otros lotes que estarán destinados al comercio y en Isla Celeste habrá un Town Center donde se instalarán restaurantes y diversas tiendas. Es una zona comercial que estará diseñada por el Arq. Clemente Durán Ballén, quien es reconocido por emplear una arquitectura vernácula, combinando elementos del Guayaquil antiguo como ventanas con persianas. Las familias que habitarán en La Arboleda, tendrán acceso a todos los beneficios que ofrece Ciudad Celeste.
El vecindario ideal debe cultivar valores de comunidad, y allí la infraestructura juega un rol vital. Este es uno de los principios que la promotora utiliza para construir Ciudades para Vivir.
El vecindario ideal debe cultivar valores de comunidad, y allí la infraestructura juega un rol vital. Este es uno de los principios que la promotora utiliza para construir Ciudades para Vivir. En La Arboleda habrá tres salones destinados a reuniones sociales: dos cerrados y uno al aire libre. Además en el mismo club social los residentes podrán bañarse en las piscinas; una diseñada para adultos y otra para niños, u optar por un baño relajante en el jacuzzi.
La infraestructura de Ciudad Celeste incentiva a que los ciudadanos se mantengan activos y participen en actividades deportivas. En La Arboleda, al igual que en otras urbanizaciones habrá gimnasio, dos canchas de tenis profesional, y una de minifútbol o fulbito con césped natural. Además habrá 23 áreas verdes y una zona de juegos infantiles en el club social.
Vivir en una urbanización como La Arboleda implica construir un hogar en un espacio en el que la comunidad es fundamental. Los vecinos, las áreas de recreación y las actividades que se comparten definen un estilo de vida propio de las Ciudades para Vivir. Allí, no solamente se construyen casas, sino también nuevas formas de vivir en comunidad.