La natación: un ejercicio para todos
La natación es un deporte de práctica generalizada en una ciudad calurosa y soleada como Guayaquil, pues bajo las condiciones climáticas en las que vivimos, una piscina no es solo un espacio de práctica deportiva o recreacional, sino también, un alivio para el incandescente sol.
Si consideramos otro tipo de deportes, la natación, es además la actividad física de menor impacto. El agua evita los movimientos bruscos y el peso del cuerpo no lastima las articulaciones gracias a la flotación. Por esta razón este ejercicio es el más recomendado por doctores para personas de todas las edades.
Byron Macías, instructor de natación en el vacacional de Quarzo en La Joya, advierte a los padres que, las clases de natación deberían ser impartidas desde bebés, porque más que un ejercicio, son una necesidad.
En estos meses de vacaciones, las piscinas que hay en todas las urbanizaciones de las Ciudades para Vivir son el lugar predilecto de reunión. Toda la familia disfruta de este espacio comunal y los más chiquitos chapucean la mayor parte del tiempo. Es un momento ideal para aprovechar y aprender a nadar. Byron Macías, instructor de natación en el vacacional de Quarzo en La Joya, advierte a los padres que, las clases de natación deberían ser impartidas desde bebés, porque más que un ejercicio, son una necesidad. El simple hecho de aprender a flotar por uno o dos minutos, es una diferencia crucial al momento de un accidente con un pequeño que no sabe nadar.
Entre los tipos de nado que aprenden los niños están el estilo libre, estilo pecho y espalda. Los más pequeños utilizan tablas para facilitar su aprendizaje, para que se familiaricen de a poco con el agua, pierdan el miedo y ganen la confianza para poder hacerlo solos.
Esa es la razón por la que Verónica Chuchuca inscribió a su hijo en los vacacionales de Quarzo. Aquí todos los días los niños aprenden técnicas de respiración en el agua para ganar resistencia. Realizan una combinación de aquagym con técnicas de natación. Lo primero consiste en hacer ejercicios guiados con uso de boyas —es una práctica reciente e ideal para aquellos que no están satisfechos con solo nadar— y sirve para calentar el cuerpo. La segunda parte —natación— es la práctica más fuerte de la clase. Entre los tipos de nado que aprenden los niños están el estilo libre, estilo pecho y espalda. Los más pequeños utilizan tablas para facilitar su aprendizaje, para que se familiaricen de a poco con el agua, pierdan el miedo y ganen la confianza para poder hacerlo solos. El hijo de Verónica comenzó así, con la tabla, y en apenas un mes de curso, ya se aventura a nadar solo.
Todos los niños que están aprendiendo deben estar acompañados en la piscina, así lo indican los manuales de convivencia, pues los adultos son responsables de su bienestar. Pero el estar cerca de un pequeño que está aprendiendo no tiene que ser tedioso. Los padres o acompañantes les dan ánimos para que se aventuren a ir una brazada más allá. Mientras lo hacen consiguen además un buen bronceado que luego podrán lucir en la playa.
La natación es un ejercicio y una habilidad. Permite mejorar la respiración, desarrollar fuerza, estirar los músculos, mejorar la postura y hasta sirve de rehabilitación para quienes tienen problemas de espalda o rodilla.
Aprovechar un vacacional así, es sin duda una de las ventajas de las Ciudades para Vivir.