El mejor clima cosecha los mejores resultados
Steve Jobs, fundador de Apple y uno de los empresarios más exitosos de las últimas décadas, en sus inicios prefería mantener un grupo de no más de 100 trabajadores. Si tenía que contratar a otro empleado para un cargo determinado, prefería despedir a alguien primero y luego reemplazarlo para que no aumente el número de sus colaboradores. Su intención era conocer a cada una de esas cien personas: saber cuáles eran sus aspiraciones, qué los motivaba, qué los desanimaba, cómo se sentían trabajando en su empresa. Luego, Apple creció y su plantilla laboral pasó a contar con miles de trabajadores, pero Jobs continúo con su estrategia inicial, pero a gran escala. Este interés en crear un ambiente donde existan vínculos de afecto y cooperación con los trabajadores es un concepto que se ha venido trabajando al interior de muchas empresas a nivel mundial.
Jobs sabía que un buen ambiente de trabajo (eso que los entendidos llaman clima laboral) es vital para una la empresa. La psicóloga organizacional María Soledad Villafuerte explica que uno de sus resultados más evidentes es el aumento de la productividad. Por eso, cada vez más, los departamentos de Talento Humano invierten en la creación de un ambiente de trabajo que dé equilibrio y satisfacción a los colaboradores y los ponga en condiciones óptimas de explotar todo su potencial. Y las empresas detrás de las Ciudades para Vivir se lo toman en serio: en 2015, las cuatro empresas invirtieron más de 193 mil dólares para capacitar a sus colaboradores.
Pensar la felicidad de los propietarios de viviendas pero también de los colaboradores que la hacen posible es una tarea constante en las empresas que desarrollan las Ciudades para Vivir. Sus responsables de Talento Humano año a año realizan campañas con la finalidad de integrar al personal y brindar un mejor servicio, pensando siempre en el bienestar común. Cada uno de los cuatro proyectos urbanísticos (Villa Club, Ciudad Celeste, Villa del Rey, La Joya), tiene en promedio 200 empleados, y aunque se manejan independientemente, comparten ideas y valores en común.
Cada vez más, los departamentos de Talento Humano invierten en la creación de un ambiente de trabajo que dé equilibrio y satisfacción a los colaboradores y los ponga en condiciones óptimas de explotar todo su potencial.
Una de las iniciativas se llama Semana del Orgullo. Consistió en dedicar toda una semana de actividades que reflejen los motivos por los cuales los empleados se sienten a gusto y con orgullo de formar parte de las promotoras. Los colaboradores de las cuatro Ciudades para Vivir participaron de tres actividades de integración; Día de la sonrisa, Día de la música y Día de la Creatividad. Para estas actividades, se escogieron a 15 empleados de cada empresa (Ciudad Celeste, Villa Club, La Joya y Villa del Rey), que, por su carisma y entusiasmo, se desempeñaron como líderes de grupo. Todas estas actividades reafirmaron la frase que ya se ha convertido en el lema entre los colaboradores: “Me encanta trabajar aquí”.
Esa es una frase sencilla que tiene impactos profundos. José Alves, investigador de la Universidad de Autónoma de Barcelona, en su estudio Liderazgo y clima organizacional dice que “un buen nivel de comunicación, respeto mutuo, sentimientos de pertenencia, atmósfera amigable, aceptación y ánimo mutuo, junto con una sensación general de satisfacción, son algunos de los factores que definen un clima favorable, una productividad correcta y un buen rendimiento”. Según estudios recientes, una compañía con empleados felices suele tener resultados veinte por ciento mejores que los de su competencia. El buen clima laboral genera un 12% de mayor productividad, dicen las estadísticas, y entre los equipos de ventas, mientras más contentos están con su trabajo, sus resultados generan se incrementan hasta en un 40%. Mucha gente está enfocada en ver qué hace su competencia, pero la realidad es que lo más eficiente es mirar casa adentro: es un gran negocio ser un buen jefe. Es probable que este sea el mejor en Las Ciudades para Vivir.
El clima laboral va formando la personalidad de una empresa. La mejor forma de llegar a conocer realmente de dónde parte esa personalidad es conversando y conociendo a los colaboradores. José Mero es un asistente de jardinería en Lo Joya. Tiene 60 años y hace nueve está al cuidado de las áreas verdes de esta Ciudad para Vivir. Dice que las actividades que impulsan los departamentos de Talento Humano nos demuestra que todo el personal es uno solo y que somos iguales, porque compartimos el mismo sentimiento de pertenencia a la empresa”. La psicóloga María Soledad Villafuerte dice que el sentido de pertenencia que se genera por parte de los empleados hacia la empresa es altamente favorable, no solo en términos de satisfacción del empleado, sino que además provoca un bajo índice de renuncia y menos tiempo y dinero invertido en capacitar a otra persona, cuyo tiempo aproximado de adaptación a un nuevo ambiente laboral es de seis meses. Dentro de las Ciudades para Vivir de cada 100 empleados, se estima que solo 1 decide cambiar de trabajo.
Las buenas prácticas laborales al interior de las Ciudades para Vivir, son reconocidas todos los años a través del galardón Great Place To Work. Este reconocimiento, ya lo explicamos alguna vez, es un ranking que elige los mejores lugares para trabajar en el mundo. Empezó en la década de 1980, cuando el periodista Robert Levering inició investigaciones sobre el ambiente laboral en 150 compañías, durante dos años, entrevistando a más de tres mil empleados. Desde entonces, se han convertido en la gran guía de los mejores ambientes de trabajo del mundo. Google, Twitter, Apple han sido nombres recurrentes de esta consultoría.
Ciudad Celeste, Villa Club, La Joya y Villa del Rey han quedado entre los once primeros lugares para trabajar en Ecuador, y entre los treinta primeros, en América Latina
El ranking de Great Place to Work analiza la forma en la que se relacionan los empleados y los jefes, los altos niveles de confianza que tienen, el sentimiento de pertenencia y la simpatía entre compañeros. Esas características se cultivan a diario en las compañías que promueven Ciudad Celeste, Villa Club, La Joya y Villa del Rey, pues no en vano han quedado entre los once primeros lugares para trabajar en Ecuador, y entre los treinta primeros, en América Latina. El año anterior, Villa del Rey llegó al segundo lugar, Ciudad Celeste al sexto, La Joya llegó al tercer puesto y Villa Club se posicionó en el décima lugar, reafirmando las buenas prácticas laborales y el clima de armonía y satisfacción que se vive dentro de las empresas.
Trabajar en un ambiente laboral favorable es bueno porque mejora el desempeño individual de cada trabajador, mejora la empresa: se trabaja con un propósito en común donde todo avanza en conjunto, y sobre todo porque al final de una jornada laboral, los colaboradores van a casa sabiendo que su trabajo no solo favorece a su familia, sino que también contribuye a la felicidad de miles de otras familias que viven y sueñan igual que ellos.El psicólogo y economista Dan Ariely dijo —en una charla de TED talks sobre qué nos hace sentir bien sobre nuestro trabajo— que “saber que nuestro trabajo ayuda a otras personas, puede influir a nuestras motivaciones y el desempeño que tengamos”. Y sobre todo es bueno trabajar en climas laborales de armonía, porque en buenos climas se recogen las mejores cosechas y en buenas manos, se construyen los mejores sueños.