La clave de una planta saludable está en la tierra
Una casa con árboles y flores bien cuidados siempre darán un toque más cálido al hogar. Si decidimos tener un jardín, debemos recordar las responsabilidades que eso implica.
Las plantas son la vida misma, y ciertamente un ambiente rodeado de ellas alegran el entorno. En las Ciudades para Vivir, las casas están pensadas de tal forma que exista el espacio para crecer plantas a la entrada de cada hogar. Una casa con árboles y flores bien cuidados siempre darán un toque más cálido al hogar. Si decidimos tener un jardín, debemos recordar las responsabilidades que eso implica, puesto que no hay nada más triste que ver flores marchitas.
Aunque ya hablamos en otra ocasión de cuidar el jardín como lo hace un Beatle, tenemos algunas recomendaciones adicionales para mantener siempre en buen estado las plantas que elija colocar en su casa.
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Para tener un jardín, lo primero que debemos saber es ¿cuánto tiempo tenemos para destinar a su cuidado? Si el tiempo es muy limitado, lo mejor será empezar por plantas sencillas y de poco cuidado. Preferiblemente especies autóctonas que crecen con mayor facilidad en el ambiente que vivimos; pueden ser árboles de tipo guayacán, o las coloridas veraneras. El tiempo que dispongamos afectará el cuidado que se le otorgue; es importante recordar que una planta sana tendrá menos riesgos de coger plagas.
Si decidimos tener un jardín, debemos recordar las responsabilidades que eso implica, puesto que no hay nada más triste que ver flores marchitas.
Como todo ser vivo, las plantas necesitan de alimentación y cuidados. Tenemos la fortuna de vivir en un ambiente favorable para la flora. Pero lo más importante para lograr obtener una floración abundante y un crecimiento exuberante, es la calidad de la tierra que usemos. Para tener una tierra lo suficientemente nutritiva para nuestras plantas, hay que alimentarla con abono como el humus. La tierra más rica es la que más microorganismos posee, por eso —aunque le parezca extraño— allí donde habitan más gusanos, es donde está la mejor tierra. Un gran número de lombrices es un indicador fiable de la buena calidad de la tierra.
La tierra más rica es la que más microorganismos posee, por eso —aunque le parezca extraño— allí donde habitan más gusanos, es donde está la mejor tierra.
Hay que regar las plantas todos los días, dos veces. Procure siempre hacerlo sobre la tierra, y nunca sobre las hojas o flores porque puede pueden deteriorarse fácilmente, o podrirse —además que aumenta las posibilidades de una plaga—. Cada cierto tiempo es necesario pasar un rastrillo por la tierra para que se airee y además de limpiar hojas y flores muertas. Si nota crecimiento de mala hierba, arránquelo para que todos los nutrientes de la tierra sean absorbidos exclusivamente por sus plantas.
Recuerde que un jardín bien cuidado contribuye al buen aspecto de toda la urbanización. Tener un árbol bien podado, flores vivas y arbustos exuberantes, también es ser un buen vecino.
