En Ciudad Celeste se juega al baloncesto como en la NBA
La estatura promedio de los jugadores de baloncesto de la NBA es de 1,80, lo suficientemente altos para anotar puntos con mayor facilidad. En La Península de Ciudad Celeste, los vecinos que se juntan para jugar su deporte favorito no miden lo mismo que Shaquille O’Neal pero tienen la misma garra y entusiasmo que en la NBA. Se reúnen semana a semana en diferentes canchas de esta Ciudad para Vivir, y desde este mes están realizando la convocatoria para el campeonato de básquet que se jugará en agosto.
Con diez jugadores en la cancha —cinco en cada equipo— los vecinos de Ciudad Celeste dejan de brincar y hacer rebotar el balón. Para armar un partido y coordinar la jugada ellos se rigen tal como lo mandan las normas oficiales del básquet. Es un deporte complejo, que tiene una serie de reglas estrictas como aquella que prohibe a los jugadores dar dos pasos seguidos con el balón en mano, por ejemplo. Pero según Carlos Triana— el organizador de la Primera Copa de Básquet Ciudad Celeste — se lo aprende jugando, como todo en esta vida.
En La Península de Ciudad Celeste, los vecinos que se juntan para jugar su deporte favorito no miden lo mismo que Shaquille O’Neal pero tienen la misma garra y entusiasmo que en la NBA.
Entre los basquetbolistas poco se conocen, pero tienen en común su afición por este deporte que nació al este de los Estados Unidos. Los equipos son heterogéneos; están integrados por chicos de 20 años hasta por hombres adultos que sobrepasan los 60. Eso no les impide convertirse en amigos. Bromean, y dicen que es como jugar en un All Stars, un partido que se juega con un equipo formado por los mejores jugadores de una generación. Y aunque los vecinos de La Península no son estrellas del básquet, sí lo disfrutan como si lo fueran, y por eso se lo toman en serio: juegan por más de una hora, durante la que intentan apuntar indefinidamente al aro de 45 centímetros de diámetro, con la esperanza de que el balón entre, y logren anotar un punto.
El básquet es un deporte bien agitado, los jugadores tienen que repartir su atención entre el aire —mientras hacen pases a sus compañeros— y la cancha, en la que la pelota hace un rebote intermitente. Observar un partido puede llegar a ser muy intenso porque es una actividad defensiva, el uso que le dan al cuerpo es clave, pues se trata de poder frenar al adversario o cubrir a su equipo. Se mueven tan rápido que los espectadores probablemente tengan que mover su cabeza como un péndulo, de un lado a otro, para seguir las jugadas de aro a aro.
Los vecinos de La Península juegan por más de una hora, durante la que intentan apuntar indefinidamente al aro de 45 centímetros de diámetro, con la esperanza de que el balón entre, y logren anotar un punto.
El próximo campeonato de baloncesto en Ciudad Celeste será en agosto y se recibirán las inscripciones de equipos hasta julio.
Para más información pueden comunicarse con Carlos Triana, quien lo organiza, al 0993936579.