Una noche de chicas en Zafiro
Ni el regalo más costoso puede compensar todas las labores de una mamá. Cuando llega la fecha en la que se la celebra, todos se hacen la misma pregunta: ¿qué le regalo?
La creatividad y dedicación que un hijo le ponga a un presente es muy valiosa para una madre y por eso más de una estaría feliz de tener todo un día completamente libre de responsabilidades y poder disfrutar de una noche de chicas. Por eso, el Comité de Damas de Zafiro, en La Joya, organizó un homenaje a las madres en el salón de su Club Social, para celebrarlo entre amigas, todas con sus mejores galas y mucha música para bailar y por supuesto, cantar.
Para Mirela Reyna el mejor regalo del día de la madre, fue escuchar, durante el evento, a su hijo de trece años ofreciéndole una serenata a ella y a todas las mamás de su urbanización. Su hijo fue parte de un grupo de coro, organizado junto con los vecinos de la urbanización. Con ese acto se abrió la velada. Fue una sorpresa inesperada, cuenta Rocío Cruz —otra vecina— y un lindo detalle por parte del Comité de Damas.
Para Mirela Reyna el mejor regalo del día de la madre, fue escuchar, durante el evento, a su hijo de trece años ofreciéndole una serenata a ella y a todas las mamás de su urbanización.
El agasajo del Día de la Madre fue un ladies night en Zafiro porque la gran mayoría de asistentes eran mujeres: las mamás. Juntas, sentadas en las diferentes mesas, conversaban, cantaban y bailaban al son de la banda que tocó en vivo. Y para llenar el alma dulce de las mamis, hubo todos los bocaditos: arropaditos, alfajores, tornillos —y también piqueos de sal— durante toda la noche. Por supuesto, como en toda fiesta, se ofreció cócteles, de menta y piña colada.
Bélgica Domínguez, presidenta del Comité de Damas de la urbanización, indicó que el evento fue posible gracias a los fondos recaudados en una comida criolla que realizaron semanas atrás y un pequeño porcentaje del monto disponible por las alícuotas de los residentes.
El agasajo del Día de la Madre fue un ladies night en Zafiro porque la gran mayoría de asistentes eran mujeres: las mamás.
Durante este tipo de actividades la comunidad de vecinos se hace más fuerte, pues no solamente comparten un momento de alegría y se celebran entre sí, pues también ven realizado parte del esfuerzo que se hace para organizar distintos espacios de diversión y unir lazos entre vecinos.