Carrera 5k en Villa del Rey
No importó la intensidad del sol ni los treinta grados centígrados a los que se sometieron, el 22 de mayo, los Totem Runners recorrieron Villa del Rey sin frenar el paso para cumplir con su objetivo: llegar a la meta haciendo el mejor tiempo posible. La carrera fue organizada por el grupo de runners más grande de Guayaquil, los Totem Runners. En ella participaron más de quinientos atletas —entre amateurs y profesionales—. Ese domingo, los runners madrugaron para recorrer los 5k y los 10k de la Gran Vía del Villa del Rey, sudando bajo el calor dauleño y respirando el aire puro del sector.
Para Lilia Veloz —una de las corredoras— el tiempo a diario que le destina a este deporte, es el mejor momento de su día. Nada la detiene, ni siquiera su hija de un año y medio. Por eso fue a la carrera con coche en mano, y la corrió empujando el carrito en el que iba su bebé. Esta vez se animó por hacer solo los cinco kilómetros, y lo hizo en un buen tiempo: cuarenta minutos. Su hija ni los sintió, pues se durmió más de la mitad del recorrido. Al igual que Lilia, competidores de todos los rincones de la ciudad fueron hasta Villa del Rey para gozar de los altos niveles de endorfina -—a hormona de la felicidad— que se producen al correr.
Los Totem Runners tienen una reputación de más de dos años; organizan periódicamente este tipo de circuitos en las mejores zonas para correr, y Villa del Rey fue elegida justamente por su particularidad geográfica, con cerros y falsos planos, esta Ciudad para Vivir es un verdadero reto para quienes realizan este deporte. Oscar Roldán, quien estuvo a la cabeza de la organización, manifestó que Villa del Rey es una pista divertida para los runners. Aquí no se corre en una aburrida línea recta, al contrario, hay que subir, bajar, girar, y además disfrutar del paisaje poblado de árboles, cuya sombra es tan necesaria al momento de correr.
Los competidores que asistieron a la carrera terminaron contentos. La organización estuvo de lujo; hubo puntos de hidratación cada 500 metros y la pista no estuvo sobrepoblada, por lo que cada atleta tenía un espacio cómodo para realizar este deporte. Además, por el solo hecho de participar, ya se llevaban una medalla en reconocimiento a su esfuerzo, pues correr con el sol, es de por sí, todo un reto.