Noche de Bingo y luna llena en La Joya
La noche del sábado 21 de mayo, se celebró el bingo en la urbanización Perla en La Joya, un evento que reunió a los vecinos y sirvió para recaudar fondos para las celebraciones próximas del Día del Niño y del Padre.
Desde el inicio de la humanidad, siempre hemos sentido el deseo de levantar la mirada hacia el cielo. En la tranquilidad de la noche, nuestros antepasados vieron eclipses y cometas. Contemplando el firmamento, descubrieron constelaciones y nombraron estrellas. En este baile de astros, también conocimos a la luna, que inspiró a poetas y artistas.
La noche del sábado 21 de mayo, esta vieja compañera salió a saludar mostrando su lado más bello, y quienes viven en las Ciudades para Vivir pudieron admirarla de cerca, alejados del excesivo resplandor de la luz eléctrica de Guayaquil que a veces dificulta su visión. Esa misma noche se celebró el bingo en la urbanización Perla en La Joya, un evento que reunió a los vecinos y sirvió para recaudar fondos para las celebraciones próximas del Día del Niño y del Padre.
Ana Segura, residente de Perla, llegó temprano a la sede social acompañada por sus tres hijas —de tres, cinco y seis años— y su esposo. Ana, se enteró del bingo a través de un grupo de Facebook administrado por la nueva directiva que entró en funciones el 12 de marzo de este año. Impaciente porque comience el juego, compró dos tablas que compartió con su familia — que le trae suerte, dice, risueña—.
En La Perla se celebró el bingo, un evento que reunió a los vecinos y sirvió para recaudar fondos para las celebraciones próximas del Día del Niño y del Padre.
El costo de cada tabla era de cinco dólares, y se vendieron quinientas. El premio mayor de la noche fue de quinientos dólares, y se rifaron varios electrodomésticos y premios como juegos de ollas y sábanas para dormitorio. A quienes la suerte no favoreció, igual disfrutaron con la música que los hizo bailar y festejar la noche en familia. Los vecinos pudieron además saborear variados platos típicos como arroz con menestra y chuleta, chuzos, choclos y secos de carne y pollo, que se vendieron en los puestos de comida instalados por los vecinos, como parte de la recaudación.
Mientras la noche llegaba a su fin y la luna parecía elevarse cada vez más, se jugaron los últimos números. Ana Segura no tuvo la suerte que tanto esperaba, pero se fue satisfecha porque pudo compartir con su familia y sus vecinos.
Esa luna traviesa que acompañó a los vecinos de La Joya, quizás vuelva a aparecer en las próximas celebraciones, pues según el calendario lunar de este año, toda la primer semana de junio será de luna llena, así que si va caminando a casa por la noche, recuerde levantar la cabeza para encontrarse con ese impactante regalo en medio de su camino de regreso a casa, en cualquiera de las urbanizaciones de las Ciudades para Vivir, que parecen estar más cerca de ese cielo lleno de estrellas y sueños.