Las mejores zonas residenciales están en las Ciudades para Vivir
Las mejores ciudades permiten a sus ciudadanos acceder a todo tipo de servicios con toda comodidad; se trata de ofrecer un tipo de urbanismo amigable con todos.
Para que una ciudad sea funcional, amigable y atractiva, debe tenerlo todo: colegios, supermercados, lavanderías, centros médicos, espacios recreativos que beneficien a quienes viven en los alrededores. Las mejores ciudades permiten a sus ciudadanos acceder a estos servicios con toda comodidad; se trata de ofrecer un tipo de urbanismo amigable con todos. La planificación de las Ciudades para Vivir está justamente pensada para satisfacer dichos requerimientos. Aquí, los residentes lo tienen todo.
Una Ciudad para Vivir —como Ciudad Celeste, Villa Club, La Joya y Villa del Rey— contempla tres componentes principales: vivienda, espacios de comercio privado y áreas verdes. Este tipo de planificación urbana prioriza el bienestar de los ciudadanos y facilita la vida cotidiana. Así en un mismo perímetro, una familia puede hacer las compras de la semana, educar a sus hijos en una buena escuela o acudir a un chequeo médico.
Las mejores ciudades permiten a sus ciudadanos acceder a estos servicios con toda comodidad; se trata de ofrecer un tipo de urbanismo amigable con todos.
Si bien no existen tiendas dentro de las urbanizaciones de las Ciudades para Vivir; los residentes pueden acudir a las distintas áreas comerciales que están a pocos pasos de sus hogares. La cercanía que un proyecto de vivienda tenga con todo tipo de servicios es un factor que incide directamente en el valor de la vivienda: en cuánto más cercano, mayor valor. La planificación se ha pensado así para que quienes creen en estos proyectos, ganen siempre en plusvalía y en calidad de vida, respetando la ordenanza municipal, que no permite realizar actividades comerciales en zonas que se han dispuesto como residenciales, para evitar que se conviertan en espacios aglomerados de comercio, pues eso aumentaría las probabilidades de que se vuelvan sitios caóticos que contradiría uno de los principios fundamentales en las Ciudades para Vivir: la tranquilidad.
La cercanía que un proyecto de vivienda tenga con todo tipo de servicios es un factor que incide directamente en el valor de la vivienda: en cuánto más cercano, mayor valor.
Por eso, la clave está en la organización y la planificación previas a la construcción. En Villa del Rey, por citar un caso, hay actualmente cinco lotes comerciales en venta. Cada uno de estos proyectos inmobiliarios aún están en desarrollo, pero tienen su propia visión del future.
La planificación ha contemplado el bienestar de los ciudadanos, considerando la prohibición municipal destinar áreas comerciales dentro de las urbanizaciones, se ha destinado áreas cercanas fuera de ellas para este tipo de actividades. Así, se asegura que las Ciudades para Vivir sean siempre las mejores zonas residenciales, libres del caos urbano pero con el beneficio de los servicios que ofrecen los alrededores.