En Murano, los vecinos les regalan un parque a los niños
Aunque las tendencias y el uso de la tecnología nos indiquen lo contrario, para entretener a los niños no se necesita de aparatos costosos como teléfonos celulares o tabletas electrónicas; los niños pueden divertirse con los objetos más simples, y con ellos, imaginar historias fantásticas. De acuerdo a estudios de la Asociación Médica Americana, los juguetes electrónicos que hablan retrasan habilidades cognitivas de los infantes. Lo recomendable siempre será la interacción social real y el juego en áreas libres. En Murano de La Joya, remodelaron el parque infantil con elementos sencillos para crear un ambiente de diversión sana y segura para los más pequeños.
Byron Muñoz Carrera, administrador de Murano, cuenta que la remodelación se debió a dos aspectos principales: precautelar la seguridad de los niños y brindar un ambiente divertido. El parque —donde hay juegos infantiles— inicialmente tenía un suelo de cemento y relleno de piedras. Decidieron cambiar las piedras originales por unas más pequeñas, a las que llaman piedra bola. Esta es muchísimo más amigable porque tiene alrededor de 50 milímetros de diámetro, y amortigua a las caídas esporádicas de los juegos infantiles.
En Murano de La Joya, remodelaron el parque infantil con elementos sencillos para crear un ambiente de diversión sana y segura para los más pequeños.
Cuando el suelo del área recreativa estuvo listo, comenzaron con la segunda fase: construir nuevos juegos. Para ello utilizaron llantas recicladas que reunieron entre todos los vecinos. Con cincuenta llantas, dieron forma a torres para que los niños puedan escalar, caminos para saltar, y túneles para explorar.
Byron dice que hoy en día lo único que se necesita para construir con material reciclado es tener ganas de hacerlo, pues ya para el proceso de fabricación, el paso a paso se encuentra fácilmente en internet. Y fue así, siguiendo tutoriales en la web, como dieron forma a los juegos hechos de llantas.
Con cincuenta llantas, dieron forma a torres para que los niños puedan escalar, caminos para saltar, y túneles para explorar.
Además de los juegos, también hicieron bancas hechas con material plástico. Están pintadas de café, y a simple vista parece madera. Todo el trabajo les tomó cerca de mes y medio y estuvo listo la última semana de mayo, justo a tiempo para regalárselo a los niños en su día, el 1 de junio.