Amarillos, el equipo goleador de Ciudad Celeste
Santiago Bernabeu —ex futbolista español legendario— decía que en el fútbol no hay jugadores jóvenes o viejos, que los hay buenos o malos. Y la Copa Ciudad Celeste que se jugó en la cancha del Complejo Deportivo Club Parque es la fiel prueba de lo que decía Bernabeu. En el torneo participaron diez equipos conformados por jugadores de todas las edades, con el único objetivo de anotar todos los goles posibles. El pasado 18 de junio el equipo Amarillo se coronó campeón de la primera edición de este torneo.
Durante 90 minutos los jugadores de los equipos Canteros y Amarillos no pararon de correr bajo el ardiente sol que que duró todo el partido. Fue un encuentro intenso, y se lo sentía en cada pitada que el árbitro tuvo que dar para marcar alguna falta de los jugadores. Casi a la mitad del encuentro, uno de los integrantes del equipo Amarillos fue expulsado por meter un brazo de más a un jugador contrario. Estaba claro que los dos equipos querían hacer todo lo posible para llevarse las medallas del triunfo.
El pasado 18 de junio el equipo Amarillo se coronó campeón de la primera edición de ls Copa Ciudad Celeste que se jugó en la cancha del Complejo Deportivo Club Parque.
Para llegar a la final, se jugaron 22 partidos que empezaron a finales de abril. En el torneo participaron más de diez equipos que se enfrentaban todos los miércoles y sábados en la cancha de Club Parque para escalar la tabla de posiciones. El premio —además de alzar la copa— era un cheque de mil dólares. Miguel Barreto, administrador de Club Parque indica que esta es la primera edición de la Copa Ciudad Celeste que ellos organizan. Para Barreto esta primera vez fue un éxito y planean repetirlo, que participaron equipos no solo de Ciudad Celeste sino también de las urbanizaciones aledañas.
La final de la Copa terminó con un marcador de 3 a 1. Los goles ganadores fueron marcados por Amarillo. Su capitán, Marlon Aguirre fue nombrado como el mejor jugador y fue quien se llevó el balón de oro por anotar 22 goles en todo el campeonato. Cuando el árbitro dio la última pitada, toda la afición del graderío corrió hacia la cancha para abrazar a los goleadores de Ciudad Celeste.