Las casas versión limitada en Villa Club

Históricamente, las familias más poderosas han elegido los cerros para construir sus hogares. Alrededor del mundo las zonas altas son codiciadas por la industria inmobiliaria. Vivir por encima del nivel del mar tiene sus ventajas, pues permite tener una amplia vista del panorama que rodea el hogar. Beverly Hills, una de las zonas más apetecida por los ricos y famosos de Estados Unidos, está poblada por casas que cuestan millones de dólares y es la zona de mayor plusvalía de la ciudad de Los Ángeles. En las Ciudades para Vivir, sitios con estas características geográficas también predominan. Para sacar el máximo provecho a estos atributos, la promotora inmobiliaria que construye Villa Club ha diseñado modelos de casas limitados disponibles para la venta, que serán parte de la urbanización Magna, y se ubicarán en un área por encima de las villas tradicionales. Son seis distintos modelos diseñados por el arquitecto Clemente Durán Ballén, quien ha sabido aprovechar las fachadas de los hogares para otorgar una vista panorámica desde el interior de las casas. Aquí se puede ver cómo luce la villa Nova. Vivir en una zona muy por encima del nivel del mar no es sólo signo de exclusividad, sino también de salud. Según varios estudios, siete de cada diez de comunidades americanas más longevas están asentadas en cerros. Es en uno de estos sitios en donde vive una de las persona con más años en el mundo, tiene 116. Uno de los factores que los investigadores relacionan longevidad con vivir en este tipo de zonas, es que el aire que circula en estas áreas es más puro que el de sitios más bajas.   Solo 76 familias tendrán el privilegio de vivir en ese espacio tan exclusivo de Villa Club. Gracias a su diseño, estas casas permiten a los residentes tener una amplia perspectiva del sitio en el que viven gracias al diseño de amplias ventanas, que regalan la mejor vista posible. Además, modelos como Elara, Hera y Atria cuentan con un balcón, para aprovechar el aire puro de la zona, mientras disfrutamos de un café con la vista del atardecer.