San Alberto Magno, una iglesia construida por los fieles

La necesidad de los seres humanos de creer en un ser superior es ancestral. De modo que cada cultura humana conocida tiene su mito de la creación. La especialista en teología Francesca Stavrakopoulou señala que aproximadamente el 84% de la población mundial es miembro de un grupo religioso. Dentro de estos grupos se van tejiendo lazos de amistad que trabajan por un objetivo común, como ocurre en las  Ciudades para Vivir. Los residentes se han unido para levantar una iglesia que recibe todos domingos a más de 600 personas, un número que ha aumentado significativamente desde que comenzó su construcción en octubre de 2014. Sus paredes de gran altura, en las que se ubican grandes ventanas, caracterizan un estilo arquitectónico moderno. Esta casa católica ha sido construida con la labor de todos los fieles y a principios de junio realizaron su primera procesión como parroquia por la avenida principal de La Joya y Villa Club, que constituye parte del eje vial municipal de Daule.

Los residentes se han unido para levantar una iglesia que recibe todos domingos a más de 600 personas, un número que ha aumentado significativamente desde que comenzó su construcción en octubre de 2014.

En mayo, el vial uno de Villa Club y La Joya se llenó de fieles nuevamente, en esa ocasión, todos querían ser parte de la celebración religiosa del Cristi, que hace público el culto de adoración  a Jesucristo.  Los tambores, el bombo, las trompetas y el canto de 400 personas rompieron el silencio de la mañana. Los niños también fueron parte importante durante la procesión. Vestidos con una camisa blanca, pantalón azul y corbata, eran los encargados de encabezar la marcha. Luego de caminar un kilómetro desde La Piazza Villa Club llegaron a la iglesia Alberto Magno para celebrar la eucaristía.

Cada ladrillo para alzar la iglesia,  pudo ser colocado gracias a las campañas de donación, cursos, ferias y bingos que organizaron los residentes de distintas urbanizaciones de Daule y Samborondón. La primera piedra se puso en 2014, y el templo principal, la capilla, la bodega fueron levantados por etapas. Luego de que finalizaron de construir el techado, ahora están promoviendo una campaña para enlucir todas las paredes de la construcción, para lo que se requiere más sacos de cemento y de enlumax —un material que sirve para enlucir las paredes—. Las campañas, ferias y distintos actos que permiten recolectar fondos para terminar la obra, son permanentes.  Las próximas serán para comprar las bancas del templo.

Primera procesión como parroquia por la avenida principal de La Joya y Villa Club

Este sitio de culto religioso tiene una dimensión total de 1.600 m² y tendrá una capacidad aproximada para 1.000 personas sentadas y 300 de pie. Al igual que la mayoría de templos católicos —incluida la Iglesia de los Santos Apóstoles en Francia o la Catedral de Pisa en Italia— Alberto Magno también tiene forma de cruz, es decir, cuando una persona entra por el pórtico notará que junto al altar hay dos espacios a sus costados, que le dan la forma de una cruz. Además, para su construcción, se consideró la ubicación del sol. Desde principios del cristianismo, la oración litúrgica se practicó mirando hacia el este, y esa es la orientación arquitectónica de las iglesias le referencia. Por ello la cabecera, donde su ubica el altar, da hacia allí. Este de modo que la luz de la mañana ilumina el lugar donde el sacerdote celebra la eucaristía. Tal costumbre puede entenderse como herencia de determinadas prácticas de la religión romana.

La iglesia Alberto Magno se ha convertido en la respuesta ante la necesidad de miles de personas de encontrar un lugar de oración en las Ciudades para Vivir. Ahora lo tienen, y por su cercanía muchos van a misa caminando; la idea es poder entregarse a sus creencias en un espacio que los propios vecinos ayudaron a construir.