D´Matilde en Villa Club
Un recetario escrito a pluma y sobre papel manteca, es la fuente de inspiración para la elaboración de bocaditos, dips y tortas que se preparan en D’Matilde. En 1996, cuando no existían las ventas por internet y mucho menos las redes sociales, D’Matilde abrió sus puertas ofreciendo piqueos para llevar. Matilde Paulson desempolvó el cuaderno donde su bisabuela guardaba las recetas de la familia y comenzó a prepararlas para ofrecerlas a la venta. Su negocio se convirtió en una tradición guayaquileña que hoy tiene 20 años de historia y tres locales, uno de ellos en La Piazza Villa Club, ubicada en la av. León Febres Cordero, cantón Daule..
Matilde Casal, hija de Paulson, cuenta que su madre arrancó el negocio con la idea de facilitarle la vida a las personas. Comenzó a ofrecer dips, quiches y sánduches que eran ideales para reuniones o fiestas. Con esa alternativa a mano, los anfitriones se evitarían el trajín de tener que cocinar para sus invitados. Además sus bocadillos tenían un sabor hogareño, atributo que encantaba a sus clientas frecuentes pues muchas podían decir que ellas mismas preparaban los exquisitos sánduches de pollo con tocino y huevo o el dip gratinado de camarones. Desde entonces sus bocaditos se convirtieron en la norma para todo evento social.
Cuando el negocio inició, el menú de D’Matilde era casi desconocido para sus comensales. En aquella época se acostumbraba a ofrecer mousses de atún o hot dogs en las reuniones, y D’Matilde las llevó a otro nivel con la posibilidad de tener una infinidad de dips y sanduchitos. Su fundadora fue también quien creó de la famosa copa mexicana que hoy es un piqueo que va de cajón en todas las fiestas guayaquileñas. Tanta fue su acogida, que rápidamente todos empezaron a copiarlo, pero ninguno se compara con el original. Para muchos, clavar el tostito dentro de esa cama de menestra, guacamole y salsa de queso, puede ser la mejor parte de toda una fiesta. En D’Matilde ofrecen esa opción en tres diferentes tamaños: pequeña, mediana y grande.
Matilde Paulson desempolvó el cuaderno donde su bisabuela guardaba las recetas de la familia y comenzó a prepararlas para ofrecerlas a la venta. Su negocio se convirtió en una tradición guayaquileña que hoy tiene 20 años de historia y tres locales.
Con el pasar de los años el negocio creció y ahora también hay servicio de buffet. En las fechas especiales como el Día de la Madre o Navidad suelen publicar las opciones de menú en sus redes sociales, para que sus clientes sepan qué es lo que está a su disposición. También tienen servicio a domicilio, sin un monto mínimo de pedido. Si se le antoja un mini alfajorcito en la mañana; ellos se lo llevan hasta su casa.
Para pedidos a domicilio pueden llamar al 237-6001. Los horarios de atención: lunes a sábado, de 10:00 am a 21:00 pm, y los domingos: 9:00 am a 20:00 pm.