Las leyes de tránsito también rigen dentro de las urbanizaciones
Las Ciudades para Vivir han sido ideadas como lugares que ofrecen mayor seguridad a sus habitantes en diferentes aspectos de su vida. Una de las formas de garantizarla es a través de la implementación de un sistema de tránsito adecuado para la zona en la que vivimos. Los propietarios de cada urbanización usan sus autos, salen a trotar o andar en bicicleta, toman transporte público o caminan para llegar de un lugar a otro y saben que transitan de manera segura.
Dentro de las urbanizaciones, la administración establece el límite de velocidad para los vehículos. Se toma en cuenta que, a diferencia de lo que sucede en una gran urbe, en las zonas residenciales de las Ciudades para Vivir, los niños salen a jugar en las calles y por lo tanto, los carros deben circular más despacio. Las señales de tránsito que rigen el tráfico al interior de las urbanizaciones son las mismas que utiliza la Agencia Nacional de Tránsito, y que los conductores están en la obligación de conocer.
Las señales de tránsito que rigen el tráfico al interior de las urbanizaciones son las mismas que utiliza la Agencia Nacional de Tránsito, y que los conductores están en la obligación de conocer.
La gestión de la señalética en Reina Beatriz de Villa del Rey estuvo a cargo de su presidente, Hugo Villegas. La Asociación ubicó señales de tránsito, en puntos claves de la urbanización, con la finalidad de recordar ciertas normas que se consideran fundamentales como la velocidad máxima permitida o el símbolo que advierte que hay niños jugando.
Sin embargo, en otras urbanizaciones, a pesar de que se ha señalizado, han ocurrido accidentes causados por conductores que circulan en contravía. Así lo comentó Boris Pazmiño, asistente de la Administración de Boreal de Villa Club, en donde el límite permitido es de 20 Km/h.
Es importante que haya una mayor conciencia sobre la responsabilidad que implica estar tras el volante; una actitud abusiva, desconsiderada o irrespetuosa puede terminar en una catástrofe.
Según el informe presentado por la Agencia Nacional de Tránsito de siniestros en el mes de mayo, no estar atento a las condiciones del tránsito —ya sea por usar el teléfono u otro factor distractor— es la mayor causa de accidentes automovilísticos a nivel nacional. La segunda causa es el irrespeto a los límite de velocidad y a las señales reglamentarias del tránsito. Por eso es importante que haya una mayor conciencia sobre la responsabilidad que implica estar tras el volante; una actitud abusiva, desconsiderada o irrespetuosa puede terminar en una catástrofe.
Más allá de las normas que debemos cumplir por Ley, es fundamental que tomemos conciencia de la importancia de ser conductores prudentes. Hay una razón por la que se debe respetar un límite de velocidad o el sentido de una vía. Al no hacerlo, ponemos en peligro nuestra vida y la de aquellos que circulan a nuestro alrededor. Peor aún, en las urbanizaciones de las Ciudades para Vivir, los espacios son amigables para niños, ancianos, mujeres embarazadas y demás vecinos que salen a caminar o están en los alrededores, por lo tanto, el irrespeto a las normas, pone en riesgo a nuestra propia familia.
Como vecino consciente del peligro y de la responsabilidad de conducir un auto, Boris Pazmiño recuerda a los propietarios y a las visitas que dentro de las urbanizaciones, deben seguir respetando las leyes de tránsito, pues, si bien todos son copropietarios de un conjunto privado, este sigue siendo un espacio en el que circula toda la comunidad, por lo tanto responde a normas que velan por su bienestar.