Desde Estados Unidos, Rodrigo eligió a Ciudad Celeste
Rodrigo Vélez es ecuatoriano pero vive hace más de diez años en Boston, Estados Unidos. Hace dos años —en 2014—, durante unas vacaciones, visitó la nueva casa que su primo había comprado en La Península de Ciudad Celeste y desde entonces la idea de adquirir una casa en esta Ciudad para Vivir se convirtió en un objetivo, pues no había visto proyectos inmobiliarios similares en ningún otro lugar del país. En julio de 2016, ese sueño se cristalizó y Rodrigo y su familia recibieron las llaves de su nueva casa en La Arboleda, la flamante urbanización de Ciudad Celeste.
El proceso empezó cuando al poco tiempo de haber visitado la casa de su amigo, Rodrigo y su esposa decidieron ponerse en contacto con un asesor de ventas de Ciudad Celeste para elegir una propiedad. En aquel entonces La Arboleda no estaba construida, pero ya era un proyecto que estaba en planos. Cuando hizo el primer pago, su vivienda era apenas un sueño —ni una piedra se había colocado—, pero sabía que Ciudad Celeste ya contaba con más de siete urbanizaciones y el número de familias superaba las mil, lo que lo convertía en uno de los proyectos de mayor acogida en la Vía a Samborondón. Por eso, cuando tuvo que firmar los papeles con el banco para el préstamo que le permitiría adquirir su casa, Rodrigo no lo dudó: sabía que si dejaba pasar el tiempo podría perder la oportunidad de tener su vivienda en esta Ciudad para Vivir. Además, una de las ventajas de haberla comprado cuando La Arboleda recién estaba construyéndose, fue que pudo elegir uno de los mejores lotes. Su hogar está justo frente al club social. Así su familia solo tiene que cruzar la calle y abrir la puerta del club para usar la piscina, los juegos infantiles o el gimnasio.
Rodrigo Vélez es ecuatoriano pero vive hace más de diez años en Boston, Estados Unidos. Su sueño de tener una casa en su país se concretó cuando compró su hogar soñado en La Arboleda.
Junto a su familia, tuvo varias opciones para elegir el modelo ideal, el que los convenció fue Reggia, pues cada uno de sus tres hijos quería una habitación propia, y él se los había prometido, por lo que Reggia —modelo que cuenta con cuatro dormitorios, era ideal para ellos—. Y aunque esta familia reside en Estados Unidos, en Boston —una ciudad muy fría, que en ciertos meses del año tiene una temperatura bajo cero— compraron la casa pensando en las vacaciones de sus hijos, con la certeza además, de que la adquisición de este bien, es una gran inversión; la Vía a Samborondón es una zona de alta plusvalía, lo que le garantiza que en unos cuantos años su vivienda estará valorada en un precio muy por encima del que pagó por ella. Mientras tanto la disfrutará cada verano, desde junio hasta agosto, para bañarse en las piscinas bajo el sol radiante de nuestro país.