5k Ciudad Celeste: el privilegio de correr en el mejor lugar de la vía a Samborondón
Levantarse un domingo a las seis de la mañana resulta impensable para la mayoría de las personas, pero no para los runners. Quienes aman correr saben que la mejor hora para hacerlo es muy temprano, cuando el sol todavía no quema, las calles están vacías y la brisa del viento es más fresca que en cualquier otro momento. Por eso, para la carrera 5k de Ciudad Celeste —realizada el 31 de julio de 2016—, los runners comenzaron su trayecto a las siete de la mañana de un domingo.
Ciudad Celeste es una Ciudad para Vivir en la que el deporte es primordial. Ya lo hemos contado antes: aquí los residentes aman practicar desde tenis hasta básquet. El running no es la excepción.
Ciudad Celeste es una Ciudad para Vivir en la que el deporte es primordial. Ya lo hemos contado antes: aquí los residentes aman practicar desde tenis hasta básquet. El running no es la excepción. Es uno de los preferidos de los ciudadanos celestinos. En la carrera 5k de Ciudad Celeste hubo familias enteras corriendo hasta llegar a la meta ubicada en la nueva urbanización La Arboleda. Gustavo Díaz, residente de La Serena, fue con su mamá, su novia y su perra Osita, que corrió junto a él. No fue el único en competir junto a su mascota, varias personas lo hicieron. Gustavo sugirió que “Ciudad Celeste debería incluir a los perros en la competencia; le apuesto que hacen una carrera con mascotas y se llena”.
El running es tendencia en el país. De acuerdo al sitio web Carreras Ecuador, en julio hubo siete carreras en Guayaquil —más de una por semana. Desde hace varios años importantes marcas aprovechan la gran convocatoria que tiene este deporte —en promedio 400 personas— y organizan carreras en las principales ciudades. Este año, por sexta vez consecutiva, Ciudad Celeste organizó la suya. Para practicar este deporte no se necesita más que la determinación propia de mover las piernas y correr —y unos buenos zapatos. Sin embargo no es tan simple como parece. Además de contar con un plan de entrenamiento que progresivamente aumente la distancia de marcha, el lugar para practicarlo debe ser adecuado. Quienes corren en Guayaquil se han acostumbrado a realizarlo bien temprano —a las cinco de la mañana— porque de lo contrario los runners serían desplazados por el tráfico. Es un escenario que no ocurre en Ciudad Celeste, donde es común observar atletas entrenando a cualquier hora del día. Aquí los runners tienen una acera distante de la vía de tránsito vehicular, que además está enteramente cubierta por árboles.
Los competidores fueron tratados como verdaderos atletas. La organización estuvo impecable, la carrera empezó puntual, e incluso una hora antes del inicio, los competidores ya estaban estirando y calentando. Todos se llevaron una camiseta, y durante el trayecto se les ofrecía agua y otras bebidas hidratantes. Al terminar, les esperaba un banquete de frutas, especialmente guineo —pues el potasio que contiene es uno de los elementos más efectivos para prevenir los calambres en los deportistas. Algunos inclusive aprovecharon para desayunar los bolones que Patacón Pisado ofreció a tan solo un dólar.
Más que una competencia, fue un evento de comunión familiar. Hubo gente corriendo de todas las edades. Sandra Jijón y Manuel Páez corrieron a paso de hormiga porque iban al mismo ritmo de su hijo de cuatro años. “Siempre nos dice que por qué no lo llevamos cuando salimos a entrenar y pensamos que ésta era la oportunidad de correr juntos. Hoy no nos importa hacer un buen tiempo, sino que se divierta él” dijo Manuel. Al igual que esta familia, muchos corrían agarrados de las manos dándose ánimos y empuje todo el tiempo. Estuvo claro que lo importante no fue llegar primero a la meta, sino disfrutar del trayecto. Pilar Espinoza llegó desde Villa Club para participar en la carrera de Ciudad Celeste. A sus 70 años, todavía tiene la energía para pegarse este tipo de eventos. “Vine con mi hija, ella siempre participa. Yo salgo con ella casi todos los días a correr ahí en Villa Club”.
A las nueve de la mañana se inició la premiación desde la tarima ubicada en La Arboleda —punto de partida y de llegada de la carrera—. Allí los ganadores de las diferentes categorías alzaron su trofeo y lucieron sus medallas en medio de aplausos y barras de los demás competidores. Carlos Vaca recorrió los 5k en 17 minutos y se consagró como el mejor atleta de Ciudad Celeste. Se premiaron además distintas categorías entre mujeres -la que ganó Alexis Poveda- , hombres, hasta personas de 50 años en adelante. Los ganadores pudieron llevarse a casa pasajes aéreos, audífonos y otros premios.
Mira lo mejor de la carrera en el siguiente video: