Los juguetes más baratos y divertidos, no están en una juguetería, sino aquí
La industria de los juguetes la crean adultos desde oficinas. Por eso, muchas veces los muñecos que compramos a nuestros hijos quedan en el olvido luego de que ellos los usen tres —o con suerte cuatro— veces. Los niños se enganchan más con la envoltura y el cartón que con el complicado muñeco. Es simple: un cartón en la mente de un niño puede ser un avión, un carro, una tabla de surfear. Puede ser mil juguetes a la vez. El muñeco de juguetería sólo puede ser eso, y nada más. De acuerdo a la revista JAMA Pediatrics, los juguetes más ruidosos y llenos de luces impactan negativamente al desarrollo de su lenguaje. Juguetes más tradicionales como bloques de madera obligan a los niños hablar e interactuar para crear algún juego. Aquí te mostramos cómo construir juguetes simples, pero muy entretenidos, con materiales que tienes en casa.
Túnel de cartón
Si tienes hijos pequeños nunca botes los cartones que tienes por ahí arrumados. Son oro. Una de las ideas más fáciles es hacer túneles sensoriales. Puedes crear una experiencia entretenida con básicamente todo. Puedes usar la funda donde vienen los pañales para hacer tiras y que funcione como una cortina de entrada. También cortar orificios en los lados para simular ventanas, y si te animas, puedes pegarle papel celofán para hacerlo más divertido. Recuerda, el resultado final no debe ser precioso. A los niños les divierte las cosas menos pensadas, como tener una cortina de pasadores viejos. Este túnel es perfecto para la etapa gateadora.
Botellas hipnotizantes
Sí, las botellas de cola, agua, salsas, todas las que sean de plástico funcionan como uno de los juguetes que más atraen a los niños. Llénalas de agua y agrégales cualquier cosa: escarcha, fideos, granos, arena, botones. Todo funciona. En el agua, los objetos se mueven de diferentes formas de acuerdo a su densidad. Por eso para un bebé mirar una botella con agua y escarcha puede tenerlo entretenido largo rato. Puedes asegurar la tapa usando goma blanca. Aquí te dejamos una bien llamativa.
Libro sensorial
Este libro juguete requiere un poquito más de tiempo que los juguetes anteriores. No es difícil, solo tendrás que poner en juego tu creatividad. Con la ayuda de papel fomix, o cartulinas, o papel reciclado que tengas por ahí, puedes armar un libro lleno de actividades sensoriales. En cada hoja puedes pegar diferentes objetos para recrear distintas texturas. Puedes colocar arena, algodón, hojas, palitos. Llénalo con lo que tengas a mano en casa. Aquí te dejamos un modelo para que puedas usarlo de base.
Tablero de actividades
Si logras hacer este tablero tendrás mínimo media hora de libertad, mientras tu chiquito está embelesado jugando. En un tablón, o algún cartón grueso y firme puedes colocar distintos objetos como una calculadora vieja, un teléfono convencional que ya no uses, cremalleras, picaportes. El éxito está en incluir objetos que los hagan trabajar con las manos y afinar su motricidad. Para un niño de dos años meter una llave en un candado puede tomarle unos cinco minutos, y los disfrutará.