El arte llega a La Joya desde Venezuela
Junto a su esposo y su hijo de cinco años, Mélida Ascanio emprendió un viaje que aún no termina. Hace tres meses salieron de Venezuela, su país natal, con rumbo a Ecuador. El plan familiar era disfrutar de la riqueza andina de nuestro país. Se enamoraron del clima de Quito, y de las playas de la costa. “Junto con nuestra ropa también empaqué todos nuestros papeles” dice Mélida quien siempre supo que existía la posibilidad de quedarse: “En nuestro país, la cosa está muy difícil”. Hoy el lugar de sus vacaciones se convirtió en su hogar y desde La Joya, donde alquilan una villa, viven mejores días.
Encontrar trabajo no le ha sido muy difícil. Es arquitecta y artista plástica. En el corto tiempo que tiene aquí ha remodelado oficinas y un barco, y también ha vendido algunos cuadros de su autoría. “Siempre ando con mi bloc de dibujo y los colores, me encanta el arte” dice sonriente. Es en esta última disciplina en la que está trabajando un nuevo proyecto: clases de arte para niños en los alrededores de Quarzo, urbanización de La Joya en la que habita.
Para Mélida el arte es indispensable en la vida de todos. “Es una forma más de expresarse, propia de cada uno” —dice— “un dibujo de un niño no es un garabato, es una expresión de arte”. Ya ha conversado con la administración de su urbanización, y próximamente harán la convocatoria para hacer del club social un taller de pintura. Está convencida que al aire libre es la condición óptima para acercar a los niños a la pintura. “En la naturaleza pueden ver claramente cómo son las sombras, el claroscuro, las diferentes tonalidades de los colores”, dice mientras señala los alrededores de un parque. Muy pronto los niños de Quarzo encontrarán en la naturaleza su modelo para ilustrar sus primeras obras de arte.
El objetivo de estos talleres, además de introducir a los niños al arte, es plasmar las obras realizando intervenciones plásticas en lugares estratégicos dentro de la urbanización. Con su hijo en el patio de su casa clavaron palitos como estacas en diferentes puntos, en los que luego él cruzó un hilo nylon dando la forma que él creyera conveniente. Es lo que Mélida llama intervención plástica, y es lo que planean hacer —utilizando diferentes técnicas— en los parques y áreas verde de la urbanización. Así se podrá decorar los alrededores con esculturas hechas por las manos de los más pequeños de Quarzo.