La Colmena

Cosmos fue una de las primeras urbanizaciones de Villa Club: hace aproximadamente diez años llegaron sus primeros habitantes, que han procurado mantener en buen estado el lugar donde viven. Los años no pasan en vano, y el parque infantil donde han jugado cientos de niños ya luce deteriorado. Para pintarlo y reemplazar algunos juegos por otros nuevos, los residentes de Cosmos decidieron organizar un bingo el 16 de octubre de 2016, al que asistieron más de seiscientas personas, pues aquí saben que el mantenimiento de las urbanizaciones se logra con un trabajo conjunto entre vecinos y directiva. En esta urbanización, los residentes han demostrado que las dificultades se pueden resolver bailando.

Este es el segundo bingo que realiza Cosmos. Martín Zeballos, presidente de la directiva, dice que organizar este evento les toma alrededor de dos meses. Se moviliza a toda la directiva y algunos otros voluntarios de la urbanización. “Este año conseguimos que el premio mayor sea mil quinientos dólares, y además a través de donaciones más de treinta premios entre licuadoras y muebles” dice Martín mientras sortea un número de una de las rifas de la noche. Es un evento que planean realizarlo cada año porque ha dado grandes resultados. Los vecinos se divierten, y con las ganancias se logra hacer obras que de otra forma no se podrían realizar.

Este año, el bingo se tomó la cancha multideportiva que está al lado del club social. Allí se instaló una tarima y se armaron mesas en los alrededores dejando un espacio vacío en el centro que sería la pista de baile. El evento comenzó a las ocho de la noche, y a las diez muy pocos se resistieron a las cumbia que tocaba la banda invitada. Ni bien se terminaba de jugar una tabla de bingo, se encendía de nuevo la fiesta con alguna canción de salsa tocada por la banda.

Magna Cantos llenó una mesa con toda su familia. Invitó a sus hermanas y cuñadas a que disfruten de la noche en su urbanización. “Lo bonito es que me divierto prácticamente en mi casa, y no tengo que salir” dice Magna quien también invitó a sus familiares al bingo del año pasado. En esta ocasión se realizó una pequeña feria para que los vecinos puedan vender comida. Janet Castro servía lasagnas al son de la música de la banda. “Ya he vendido casi todo, quiero ya que se acabe para irme a bailar también” dice riendo.Watch Full Movie Online Streaming Online and Download

Cada tabla de bingo costó diez dólares. Este año asistieron más personas que en el evento anterior (más de seiscientos). Además se vendieron bebidas, desde aguas hasta cervezas. Con todo lo recaudado, la directiva espera tener listo el parque para regalárselo a los niños en esta Navidad.