Las piscinas cristalinas de las Ciudades para Vivir no se cuidan solas - La Colmena

Las piscinas cristalinas de las Ciudades para Vivir no se cuidan solas

Ubicada en el club social, la piscina es la atracción favorita de los residentes. Aquí los niños se divierten por las tardes, y los adultos se relajan durante el fin de semana. Por su gran demanda, el mantenimiento de las piscinas es primordial para cada una de las administraciones.

Administradores y comunidad participan activamente para mantenerlas en buen estado
Administradores y comunidad participan activamente para mantenerlas en buen estado

Cada una de las urbanizaciones que forman parte de las Ciudades para Vivir cuentan con una piscina comunitaria. Ubicada en el club social, es la atracción favorita de los residentes. Aquí los niños se divierten por las tardes, y los adultos se relajan durante el fin de semana. Por su gran demanda, el mantenimiento de las piscinas es primordial para cada una de las administraciones. Al estar cargadas de agua podrían ser un foco de bacterias. Por eso en las Ciudades para Vivir se limpian constantemente, sin desperdiciar agua.

Hay muchos tipos de sistemas de piscinas. En las Ciudades para Vivir se utiliza el tipo de filtrado por arena. Las piscinas no solo son contenedores de agua, sino un sistema automático que trata, limpia y filtra el agua. Este sistema está situado en un cuarto de bombas. Allí funcionan dos bombas gigantes, repletas de arena, que funcionan como filtro para las impurezas. Desde el cuarto de bombas, hay botones con los que se puede vaciar y aspirar la piscina. Esta última opción es muy importante porque a diario las piscinas recogen, a través de válvulas, impurezas externas (como ramas, hojas secas) y con la aspiradora se eliminan todos estos elementos. Hacerlo a diario impide la acumulación de posibles contaminantes y además que se desperdicie grandes cantidades de agua.

A las piscinas no hay que vaciarlas y rellenarlas frecuentemente. De hecho, no se lo hace a menos que se haya contaminado por completo. El agua que las llena es diariamente tratada con químicos que no son nocivos para nuestra salud. De acuerdo a Gustavo Patiño, Administrador General de urbanizaciones de La Joya, todos los días se cepillan las paredes y el fondo de las piscinas. Luego se aspiran todas las impurezas y finalmente se utiliza un kit de medición química del agua. Este kit arroja resultados instantáneos de medidas importantes como el PH, que mide la acidez o alcalinidad de una sustancia. Si el PH no está entre el 7.2 y el 7.6%, se corrige aumentando o disminuyendo el cloro que se utiliza. Se mantiene el balance entre pureza y no daño a la salud. Y ese procedimiento es similar en otras Ciudades para Vivir, pues las indicaciones son transmitidas a los administradores de las urbanizaciones entregadas a los residentes para que continúen con los estándares de cuidado.

Si no se hicieran estos procedimientos de forma permanente, podrían aparecer algas en el fondo y paredes de la piscina. Además el agua puede cambiar de color y ponerse turbia. Si el agua no es completamente cristalina, y no podemos ver el fondo con facilidad, significa que algo ocurre. Realizar limpiezas diarias evitan este tipo de problemas que pueden desde hacer más complejo el limpiado, dañar el sistema de filtrado hasta perjudicar la salud de quienes se bañan. Además, evita el vaciado completo, lo que implica un enorme gasto en las planillas de servicios.

Pero el cuidado y mantenimiento de las piscinas no solo es responsabilidad de los administradores. Quienes la utilizan juegan un papel importante. Hay ciertas reglas que deben ser un hábito al momento de bañarse en ella. Ducharse antes de entrar disminuye posibles agentes contaminantes en el agua. Si se aplica bloqueador o bronceador, es importante que se realice al menos una hora previo al baño. El bloqueador puede taponar las tuberías de la piscina y hacer que el sistema colapse y deteriorar el agua. Los promotores y administradores de cada urbanización y sus directivas hacen su parte al darles mantenimiento diario a nuestras piscinas, pero los residentes también debemos poner de nuestra parte: solo así nuestras piscinas permanecerán cristalinas, como las vemos todos los días.


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