Alimentación intuitiva: en sintonía con nuestro cuerpo
Aquí, les dejamos algunos de los principios básicos de la alimentación intuitiva, muchos se basan en ejercicios mentales que ayudan a entender la alimentación como una necesidad que debe ser satisfecha de forma inteligente.
A la hora de comer, ¿en realidad consumimos lo que necesitamos? Una nueva forma de alimentación ha surgido como una alternativa en la que se puede comer de todo, siempre y cuando sea lo que el cuerpo necesite. La clave es mantenerse siempre en sintonía con las señales que se generan, especialmente aquellas que indican hambre y saciedad.
Estos impulsos primarios han pasado a segundo plano en nuestra dieta regular, ya que las rutinas de comida se imponen y son más determinantes a la hora de comer. Según Rebeca Hernández, experta en nutrición, “la alimentación intuitiva se basa en recordar lo que, en realidad, siempre hemos sabido”, básicamente saber cuándo y cuánto comer de acuerdo a lo que el cuerpo necesita y no a convenciones como los horarios de comida. Es un proceso que involucra cuerpo y mente, porque muchos de los pensamientos pueden afectar negativamente nuestra alimentación.
Aquí, les dejamos algunos de los principios básicos de la alimentación intuitiva, muchos se basan en ejercicios mentales que ayudan a entender la alimentación como una necesidad que debe ser satisfecha de forma inteligente.
- Rechaza la idea de la dieta para bajar de peso
Las dietas milagrosas de pérdida de peso suelen ser contraproducentes. Mejor, decide abrir tu mente a la alimentación intuitiva y estar plenamente consciente de tu hambre y tu saciedad, para no consumir más alimentos de la cuenta.
- “Escucha” tu hambre
Come cuando se te empiece a abrir el apetito, no cuando ya tienes mucha hambre, porque podrías terminar comiendo de más. Lo más importante es saber identificar cuando ya estás satisfecho y parar de comer en ese momento, no importa si en el plato aún hay comida.
- Que la comida no te cause angustia
La alimentación intuitiva también se trata de darte permiso de comer, de vez en cuando, esos alimentos que pueden ser considerados “malos”. Lo ideal es no poner etiquetas en la comida ni angustiarte por lo que consumiste. Tampoco te sientas auto-complacido cuando comas alimentos considerados “buenos”, este dilema moral solo existe en tu mente y los sentimientos que conllevan no deberían primar en la elección de tus alimentos.
- Respeta tu saciedad
¿Para qué comer más, si no lo necesitas? Come lo que te gusta cuando tengas hambre, pero detente cuando ya estés satisfecho.
- Enfrenta tus sentimientos, sin comida
Muchas veces, comemos porque nos sentimos tristes, decepcionados, enojados. Intentar llenar un vacío emocional con comida no tiene ningún uso, ya que no soluciona en realidad el problema, solo da un escape momentáneo. Es necesario encontrar formas de lidiar con esos sentimientos para bien, pero sin involucrar comida.
- Favorece tu salud
Cuando eliges lo que vas a comer, hazlo pensando en dar gusto a tu salud y también tu paladar. Tu salud es primordial. Entonces, no intentes llevar una dieta perfecta, pero empieza un proceso para mejorar tu alimentación de manera integral y a largo plazo tu salud se verá beneficiada.
Recuerda: La alimentación intuitiva no tiene horarios ni cantidades preestablecidas. Cuándo y cuánto comer es una información que viene de tu propio cuerpo. Aprende a escucharlo, no siempre será fácil, pero se puede lograr teniendo conciencia plena de las señales. Alimentarse intuitivamente no solo se trata de crear hábitos, sino de una reprogramación mental de todas las ideas preconcebidas que tenemos sobre la comida.