Lecciones de cuidado ambiental desde Ciudad Celeste - La Colmena

Lecciones de cuidado ambiental desde Ciudad Celeste

Desde que el hombre descubrió la agricultura, su actividad en la Tierra tiene un impacto ambiental. En Ciudad Celeste cuentan con medidas de control para el bienestar de sus habitantes.

¿Cómo se reduce al mínimo el impacto de la actividad humana en el planeta?
¿Cómo se reduce al mínimo el impacto de la actividad humana en el planeta?

Desde que el hombre descubrió la agricultura, hace doce mil años, su actividad en la Tierra tiene un impacto ambiental. Todo lo que hacemos deja una huella en nuestro planeta, y es nuestra obligación reducir al máximo esos efectos. Es una obligación moral y ecológica con el único lugar del Universo que los seres humanos tenemos, hasta ahora, para vivir. Con el tiempo, hemos visto que ese cuidado de los impactos que producimos en el medio ambiente no solo es beneficioso para la naturaleza, sino que es nos hace bien: nuestra calidad de vida mejora cuando se respeta el espacio que ocupamos y tomamos de la Tierra. Los residentes de Ciudad Celeste ( y de todas las Ciudades para Vivir) lo saben: su alto estándar de vida no es una coincidencia, sino que responde a factores sociales, educativos, de vivienda, de seguridad, familiares y medioambientales muy bien planificados. Quienes idearon Ciudad Celeste, Villa Club, La Joya y Villa del Rey conocen muy bien la importancia que tiene un ambiente libre contaminación para el bienestar de sus habitantes.

La construcción de cualquier urbanización solo es posible después de que se otorga una licencia ambiental. La emite el Gobierno Autónomo Descentralizado del Guayas (La Prefectura) una vez que esté elaborado el estudio de impacto ambiental. Según la Ley de gestión ambiental, para hacerlo se tiene que tomar en cuenta tres ejes: la estimación de los efectos que el proyecto causará a la población humana, la biodiversidad, el suelo, el aire, el agua, el paisaje y la estructura y función de los ecosistemas presentes en el área previsiblemente afectada; las condiciones de tranquilidad públicas, tales como: ruido, vibraciones, olores, emisiones luminosas, cambios térmicos y cualquier otro perjuicio ambiental derivado de su ejecución; la incidencia que el proyecto, obra o actividad tendrá en los elementos que componen el patrimonio histórico, escénico y cultural. Para cumplir con esos lineamientos, hay medidas preventivas y correctoras que se aplican para contrarrestar el impacto ambiental. En Ciudad Celeste algunas de las medidas de control que se tomaron —y se siguen poniendo en práctica— fueron las siguientes:

Planta de tratamiento de aguas residuales domésticas

Estas plantas son el punto fuerte del manejo ambiental de las Ciudades para Vivir. Las plantas de tratamiento recogen el agua utilizada en las casas de las urbanizaciones y la tratan para dejarlas aptas para ser usadas en el riego de las áreas verdes. Uno de los mayores beneficios del uso del agua tratada es que las aguas residuales domésticas no van a parar al río Daule o Babahoyo, sino que después de ser recicladas se quedan en la tierra, que además la necesita.

Información y participación ciudadana

Los residentes de los sectores aledaños deben estar al tanto de los proyectos que se realizan en sus alrededores para tener precauciones, especialmente en la etapa de construcción. Por lo tanto, se elaboraron una serie de elementos de comunicación como volantes y banners. Además, se programaron reuniones con los directivos de las áreas urbanas y comunales para informar sobre el proyecto. Que los ciudadanos tengan la información correcta es un paso necesario para disminuir al máximo los peligros ambientales y otros relacionados con la construcción.

Plan de reforestación

En Ciudad Celeste se ha llevado a cabo un plan que consiste en no talar árboles para la construcción, sino trasladar y reforestar. En las Ciudades para Vivir, no se tala y se siembra mucho. Son una combinación de especies nativas y otras especies introducidas que se adaptan bien al suelo de la zona y son fáciles de controlar: guayacán amarillo, pechiche, mango, acacia azul, olivo negro, mirto, samán, pomarrosa, guanábana, fernán sánchez, caoba, entre otros. Además, durante la etapa de construcción, se reubicaron los árboles que ya estaban en la zona, con lo que se logró aprovechar algunos árboles adultos.

Control de la contaminación auditiva

Para evitar las molestias a los residentes de las zonas aledañas al momento de las construcciones, las maquinarias pesadas solo tienen permiso para trabajar entre las ocho de la mañana y las seis de la tarde.

Protección de especies vegetales a orillas del río Babahoyo y del estero Buijo

Las orillas de este río y estero mantienen sus vegetación intacta, por lo tanto, hay muchas especies de animales que habitan ahí; especialmente aves.

Estas medidas han sido llevadas a cabo con éxito. Todo para garantizar el bienestar de los residentes de Ciudad Celeste y de sus zonas aledañas. En una Ciudad para Vivir, el propósito es que los ciudadanos vivan con tranquilidad en un ambiente seguro y saludable. Estas medidas se determinan en la etapa de elaboración del estudio de impacto como un Plan de Manejo Ambiental que debe ser cumplido por los promotores y por la asociación de propietarios una vez que el proyecto le es entregado: La preservación del medioambiente es una responsabilidad de todos, no solo de quienes lo construyen.


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