Vamos a La Piazza
Hasta el día de hoy, los lugares de reunión son indispensables para las poblaciones urbanas. En las Ciudades para Vivir, la convivencia no sería igual sin La Piazza.
El concepto de plaza enmarca el concepto de comunidad. Las plazas históricamente se han desarrollado como centros destinados a las actividades comunales dentro de una ciudad y tienen un papel protagónico en la definición de la identidad. Desde la antigua Grecia, las ágoras (precursoras de las plazas) eran un espacio de participación cívica y comunitaria donde los ciudadanos se reunían a debatir acerca de los temas que eran de interés para la vida cotidiana o a intercambiar saberes. En particular, la palabra ágora significa lugar de asamblea o reunión.
En Italia, las piazzas son consideradas el corazón de un poblado: un espacio que tiene dentro de sí lo mejor de cada comunidad. Muchas de estas piazzas fueron construidas durante el Imperio Romano y aún preservan atributos de la época. La Piazza della Rotonda, es famosa por ser el hogar del Panteón, el templo romano construido durante el período de Augusto entre el año 14 A.C. y 27 D.C. A pesar de su antigüedad, la necesidad de un lugar de encuentro comunal sigue vigente.
Hasta el día de hoy, los lugares de reunión son indispensables para las poblaciones urbanas. En las Ciudades para Vivir, la convivencia no sería igual sin La Piazza. Ahí, los residentes de todas las urbanizaciones convergen en un lugar que les pertenece a todos. A La Piazza de Ciudad Celeste, cada día llegan 800 vehículos, a la de La Joya dos mil, y a la de Villa Club dos mil quinientos. Eso significa que una de cada tres familias va cada día a alguna de las Piazzas de las ciudades para Vivir.
La Piazza es un aliado estratégico de los residentes de las Ciudades para Vivir: un lugar para reencontrarse con amigos, comprar el ingrediente que falta para preparar su plato predilecto, o donde una niña cumple su sueño de ser bailarina. Con su oferta variada, representa una gran opción para al momento de comer, divertirse, practicar actividades recreativas, hacer el supermercado, buscar atención médica o servicios indispensables como la banca.
La Piazza de La Joya tiene 15 locales: con Supermaxi como tienda ancla, llegan residentes de diferentes urbanizaciones de Daule a comprar ahí. En esta Piazza, el movimiento no para. La Piazza de Ciudad Celeste tiene 21 locales: el mini mercado La Uruguaya es el principal comercio de esta Piazza, sin embargo, los locales de comida como Migajas, el Pez Azul o el Rincón del Chileno se llenan de clientes que, además de la gastronomía del lugar, disfrutan de la compañía de sus familias y amigos. La Piazza de Villa Club es la de mayor movimiento: en sus 37 locales nunca faltan clientes. Los residentes llegan a comprar al supermercado, se toman un café mientras esperan que sus hijas salgan de clases, van al dentista o entrenan en el gimnasio.
Yajaira Ugarte, residente de Villa del Rey, va tres veces por semana a La Piazza de La Joya siempre acompañada de su bebé de dos años. Ahí, hace sus compras o va al banco y los fines de semana lleva a sus hijo de 13 y 9 años a comer pizza o helado. Para ella, tener la Piazza cerca de casa es un alivio. “¿Qué sería de nosotros si no estuviera aquí la Piazza?”, dice.
Los negocios de la Piazza se han convertido en parte de la vida de los residentes. En Tucco e Pizza, la pizzería del barrio ubicada en la Piazza de La Joya, quienes trabajan ahí ya conocen a sus clientes frecuentes y lo que piden: el mejor cliente es un residente de La Joya que llega todas las semanas y pide enérgicamente “prepárenme un espagueti bien reforzado”. Esta dinámica entre clientes y dependientes es propia de la vida de barrio, donde la comunidad es cercana y amistosa.
La Piazza es un lugar que acerca a los residentes de las Ciudades para Vivir. Es un punto de encuentro con los otros que contribuye a la necesidad esencial de hacer vida en comunidad.