La Colmena

Francisco Marazita no hubiera imaginado que el tenis lo llevaría a liderar una comunidad entera. Jugando en las canchas de La Dorada de Ciudad Celeste, urbanización en la que habita, fue cómo conoció a sus vecinos quienes también son amigos entrañables. Junto a ellos no solo ha organizado campeonatos de tenis, sino que además han viajado al exterior para ver jugar a estrellas como Novak Djokovic. Todos aseguran que, de no ser por el liderazgo de Francisco, jamás hubieran realizado todas estas actividades. Por eso, desde el mes pasado sus vecinos lo eligieron como el nuevo Presidente de la directiva de la urbanización. Y su primera gestión, fue convocar a todos los vecinos a un día de integración en el club social de la urbanización, para conocerse y estrechar lazos de amistad.

Narcisa Núñez llegó esa mañana con un dulce de tres leches. Fue su forma de responder a la invitación que le llegó a su email semanas atrás. En aquel correo, Marazita invitaba a todos los residentes a la mañana de integración. Para hacerla posible, pedía a sus vecinos que colaboren con algún plato de su especialidad para venderlo ese día. Todo lo recaudado sería luego invertido el iluminar la entrada a la urbanización. Al igual que Narcisa, muchos otros vecinos respondieron al llamado de Francisco y donaron ollas enteras de comida. Hubo desde cebiche de camarón hasta hallacas. Cada familia sacó a relucir el mejor plato de su casa.

Ese mismo día, algunos vecinos aprovecharon para realizar un pequeño torneo de cuarenta. Fue entonces que Enrique Aragundi conoció a su vecino Tomás Moya, quien trabaja en una empresa de seguros. “Nos conocimos hoy, le gané una partida y ya le vendí un seguro” dice entre bromas Carlos mientras baraja las cartas. Al otro extremo se encontraba Luis Sabando, quien lucía un delantal naranja brillante. “A quien no le gusta un buen arroz con menestra y carne” comenta Freddy mientras ventila las brasas de su parrilla “el secreto está en las ollas que ya están curtidas, ahí está el sabor”. Luis ese día cocinó como lo hace de forma ocasional para eventos familiares; esta vez para sus vecinos.

Esta fue la primera reunión de integración que los residentes de La Dorada han podido disfrutar. Algunos ya se conocían, y para otros fue la oportunidad de conocer a aquellos que viven en las cuadras más lejanas a la suya.